El jaguar
Es el felino más grande en
todo el continente americano y el tercero en el mundo (después del tigre y el
león), es también el único representante del género Panthera encontrado en esta
masa continental, habita desde lugares casi desérticos como el Desierto de
Arizona o el altiplano mexicano hasta selvas tropicales como el Amazonas.
Se pueden alimentar de más
de 85 especies. Su alimento constituye de animales grandes, medianos y chicos
como ganado vacuno (formado por vacas y toros), venados y tapires. Son muy
activos en las noches pero no es raro verlos en el día. Cazan en el amanecer y
el atardecer. Su forma de caza es letal.
Poseen las mandíbulas más poderosas, sus dientes son muy potentes lo que
los posiciona delante de todos los
felinos al tener la mordida más fuerte. Pueden
atravesar pieles gruesas y perforar sin problema alguno el caparazón de las
tortugas. Pueden escalar, arrastrarse y nadar, por lo que difícilmente una
presa se le escapa. Sus técnicas de ataque son únicas. Una vez que un jaguar se
abalanza contra su presa, este se va directamente al cuello provocándoles
asfixia o bien, incrusta sus potentes colmillos en la parte posterior del
cráneo atravesando el hueso y llegando hasta el cerebro.
Los machos arañan los
árboles para marcar su territorio y evitar peleas con otros machos, puesto que
una herida a causa de sus filosas garras podrían causarle la muerte.
Los jaguares varían en cuanto
a su peso, podemos encontrar ejemplares desde 56 kg hasta 96 kg, y aunque no es
muy común, existen registros de machos que han llegado a pesar 160 kg. Su larga
cola llega a medir de 45 a 75 cm, de la cabeza a la cola pueden llegar a medir 1, 70 metros de
longitud y tienen un promedio de peso de 100
kilogramos. Su piel
puede ser de dos colores: el típico amarillo rojizo con pequeñas roscas negras
con un punto negro en medio de diferentes formas y tamaños por todo el cuerpo y
el otro no muy común pardo obscuro muy similar al negro.
Posee un color de ojos
amarillento y sus orejas son muy pequeñas y redondeadas. Existe
una variación de jaguar en color negro pero que sigue conservando las
manchas características. Coloquialmente se le conoce como Pantera Negra, esto
por un exceso de melanina en su cuerpo que lo hace más oscuro. Por lo
contrario, también se conocen ejemplares con falta de pigmentación conocidos
como Panteras blancas.
Cabe mencionar que la
presencia de los jaguares en un área es un indicador de la salud del
ecosistema, lo que significa que las poblaciones de sus presas se encuentran bien.
Y si estos herbívoros están en buenas condiciones, la vegetación también, todo
es parte de un ciclo.
Las hembras alcanzan la
madurez sexual entre los 12 y 24 meses, mientras que los machos la alcanzan
entre los 24 y 36 meses. El periodo de celo dura de 6 a 17 días, durante ese
tiempo, las hembras transpiran un olor más fuerte, que logra llamar la atención
de los jaguares, antes de la copulación estos animales se comunican por medio
de vocalizaciones (las hembras las emiten estando en celo y son respondidas por
los machos). Los machos compiten para ver quien se reproduce, después de la
copula, la hembra no tolera la presencia de los machos. Los nacimientos se dan
comúnmente en temporadas húmedas, debido a la abundancia de presas. Tras un
periodo de gestación que va desde los 91 hasta los 111 días, llegan a nacer de
1 a 3 crías.
La historia nos menciona
que los mayas consideraban a este animal como un animal ambivalente, símbolo de
la oscuridad y de la luz. Lo representaron en todas sus manifestaciones de arte,
desde la cerámica, la pintura y la escultura. Dentro de la cosmovisión maya al
jaguar le corresponde el reino de la oscuridad y de la noche, mientras que a su
contraparte el Quetzal le corresponde el día y la luz. El jaguar esta estrechamente
vinculado a las deidades del Xibalbá y las cuevas o entradas a su reino
infraterrestre. Por ello se le consideraba un animal poderoso y peligroso
poseedor de conocimientos profundos y portador de energías sagradas. Por
otro lado el jaguar en la iconografía maya esta íntimamente relacionado con el
maíz y el cacao a tal grado que este último se llama en maya yucateco balamté, jaguar
árbol.
Es triste que a pesar de
que sea uno de los animales más poderosos, y más maravillosos del mundo, se vea
amenazado por la caza furtiva para la obtención de sus pieles, garras y
dientes, así como la destrucción de sus hábitats, han catalogado a esta especie
como en peligro de extinción lo que quiere decir, que muy probablemente en un
futuro no existan más.
Como se mencionó anteriormente
la destrucción de su hábitat y la matanza por parte de pobladores, ya sea por
miedo o para proteger a su ganado, han provocado la disminución de jaguares en
América y también un espacio cada vez más reducido para que se desenvuelvan. La
especie ha perdido el 37 % de su rango histórico, y su condición es desconocida
en un 18 % del territorio adicional. Debido al difícil acceso a algunas zonas
en donde habita y a sus hábitos nocturnos, muchas veces estimar la cantidad de
jaguares que habitan en determinado lugar es difícil.